Once países y un compromiso: la participación e inclusión de los jóvenes de la región
Más de 160 millones de jóvenes luchan por el fin de la desigualdad que enfrentan las distintas generaciones en la construcción de su respuesta y de políticas públicas.


FOTO: PNUD El Salvador

Existe un déficit cercano al 50% en la participación del gasto público en juventud en relación con otros grupos etarios en América Latina y el Caribe, según el informe Invertir para Transformar de Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Eso considerando el peso demográfico de los hombres y mujeres entre 15-29 años y una noción de gasto distribuido equitativamente. Esto no se condice con el hecho de que uno en cada cuatro latinoamericanos y caribeños es joven. Los más de 160 millones de ellos y ellas luchan por el fin de la desigualdad que enfrentan las distintas generaciones en la construcción de su respuesta y de políticas públicas. Para impulsar la inversión en la juventud y su participación e inclusión política, en junio lanzamos en Lisboa, Portugal, el I Programa Iberoamericano de Juventud, IberJóvenes que será puesto en práctica inicialmente en once países: Brasil, Chile, Costa Rica, España, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana.


El programa IberJóvenes, un esfuerzo conjunto de la OIJ, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), nace con el objetivo de fortalecer las políticas públicas de juventud en Iberoamérica y emana directamente de la Cumbre de Jefes de Estados iberoamericanos de 2014, en respuesta a los retos que afectan a las juventudes  de la región.

A través de la generación de nuevos espacios de participación y diálogo, la formación de gestores y jóvenes representantes sociales y electos, y el apoyo a iniciativas de movilidad, inclusión e innovación social, el programa pretende llegar a  jóvenes, organizados o no, con especial  atención a poblaciones rurales, LGBTI, y mujeres jóvenes, indígenas y afrodescendientes, así como a funcionarios que trabajan por y para los jóvenes.

IberJóvenes constituye además una plataforma de alianzas estratégicas para facilitar la convergencia de agendas, acciones y recursos entre los diferentes actores. Entre los socios destacados dese encuentran la Agencia Española de Cooperación (AECID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Microsoft y la plataforma Juventud con Voz, además de los organismos oficiales de juventud de cada uno de los países que integran el programa IberJóvenes.

Las principales metas a alcanzar en los primeros tres años de IberJóvenes 2015-2017 son:

- Consolidar el rol fundamental de las y los jóvenes como sujetos de derechos y actores fundamentales en el desarrollo, la participación y el bienestar conjunto de la población, así como en la lucha contra la discriminación y la promoción de sociedades más democráticas e incluyentes.

- Incrementar la incidencia juvenil por medio de la participación, generando espacios de diálogo intergeneracional, agendas y demandas comunes que faciliten el involucramiento de la juventud y su representación en materia de políticas públicas.

- Llevar a cabo acciones de formación que consoliden una mayor calidad en la investigación, la gestión pública, el fortalecimiento de capacidades y un mayor desarrollo de políticas públicas de juventud, priorizando aquellos sectores y grupos tradicionalmente marginados.

- Apoyar la puesta en marcha y consolidación de iniciativas sociales lideradas por jóvenes, que representan alternativas de cambio y transformación social.

- Promover la movilidad juvenil a través de acciones y programas que permitan el intercambio de experiencias dentro de la Comunidad Iberoamericana. 

¿Por qué es importante el Programa IberJóvenes? Porque representa una manifiesta voluntad de cambio en la región para todos ellos y ellas, por escuchar sus contribuciones y elevar sus demandas y necesidades a la agenda pública de los países de Iberoamérica. Y porque la promoción de la inclusión y de la participación juvenil fortalece la cohesión social y renueva la democracia.

Así lo demanda la juventud en la región, ya sea a través de las protestas en las calles, el activismo en las redes sociales o desde propuestas innovadoras para el cambio social.

 

FUENTE: www.undp.org - Autor Pablo Gago, Especialista de Juventud y Compromiso Cívico del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

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