En esta serie de blogs, expertos del PNUD comparten sus perspectivas sobre temas relacionados con el cambio climático, en vísperas de COP21 en diciembre.
Los países de todo el mundo están trabajando para encontrar modos de reducir el cambio climático. Mientras que los países individuales deben tomar en consideración los contextos locales, es innecesario "reinventar la rueda" constantemente con cada nueva solución. La cooperación Sur-Sur ayuda a buscar soluciones en todo el mundo en desarrollo, conectando a varios involucrados para formar alianzas.
Dentro del marco del Servicio de Adaptación al Cambio Climático Canadá-PNUD, países como Camboya, Cabo Verde, Haití, Mali, Níger y Sudán aprenden de las experiencias nacionales de cada uno para crear e implementar enfoques de adaptación para la agricultura y la gestión del agua. Como resultado, estos países han mejorado los sistemas de información sobre el clima con el fin de tomar mejores decisiones y llevar a cabo enfoques integrados de planificación. El compartir conocimientos les ha permitido poner a prueba e incrementar las medidas de gestión de riesgos del clima y fortalecer la capacidad de acceder y gestionar la financiación del clima.
El PNUD, en alianza con Dinamarca, trabaja con China, Ghana y Zambia en transferencia de tecnología de la energía renovable. Por ejemplo, la transferencia de tecnología de China a Zambia se centra específicamente en soluciones fuera de la red para las comunidades que se encuentran lejos de la red eléctrica. La población de Zambia, que estaba quedando relegada en materia de oportunidades de desarrollo, ahora puede mejorar su calidad y medios de vida a través del suministro de electricidad limpia y producida de manera sostenible.
Reduciendo los obstáculos y los riesgos en el sector de la energía renovable, los países pueden atraer niveles más altos de inversión privada y capital. En Uruguay, que posee un marco de políticas para administrar los riesgos inherentes a las inversiones en energía renovable, se opera en la actualidad 340 megavatios de plantas eólicas, esperando un total de 1 gigavatios en inversiones para fines de 2015. Esta experiencia se compartió con Túnez y otros países en desarrollo como solución útil que puede ser adaptada eficientemente a diferentes contextos.
La cooperación Sur-Sur también ha generado mucho apoyo y compromiso de parte de los aliados del Norte. Los anuncios recientes sobre las medidas relativas al cambio climático tomadas por China, conjuntamente con los Estados Unidos y con Francia, han sido especialmente notables. China comprometió RMB 20.000 millones (US$ 3.130 millones) para respaldar a otros países en desarrollo a la hora de luchar contra el cambio climático vía cooperación Sur-Sur, así como US$ 2.000 millones adicionales para respaldar la cooperación Sur-Sur en general, lo que muestra un compromiso fuerte con la agenda mundial de desarrollo sostenible.
En septiembre de este año, el mundo adoptó una visión común de desarrollo sostenible que pone el acento sobre las evidentes relaciones entre el cambio climático y la pobreza, y hace un llamado a acciones urgentes para luchar contra el cambio climático y su impacto sobre las personas y los ecosistemas.
En las próximas semanas, dentro del contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), los países llegarán a un nuevo acuerdo universal en París para aumentar esos compromisos antes de que sea demasiado tarde para el planeta y la humanidad.
De cara al futuro, la cooperación Sur-Sur tendrá un papel esencial en la exitosa implementación de un nuevo acuerdo mundial sobre el clima, acelerando el impulso del desarrollo en todo el Sur, creando resiliencia y mitigando los riesgos.
En vísperas de COP21, expertos del PNUD destacan los retos y oportunidades relacionados con esta preocupación global. Para más información visita http://on.undp.org/Vho39.